miércoles, 12 de agosto de 2009





Y estaba así, sentada cuando llego una compañera y me dijo...

Un chico rubio murió..

Altiro en mi pensamiento se vino la imagen tuya, que pasó??.. dije..

Fue lo único que supe, se mató en moto ayer...

Quede en la duda, pero quién fue??..

Un joven rubio que estudiaba administración de empresa fue la respuesta...

Y si ...

Supe que eras tú.. aquel joven alegre muy wapo..que siempre estaba en una esquina parado con sus compañeros ...como sucedió, era mi duda ..

Ahora le hacen una misa en el parque de la universidad y está su foto ... partí a mirar tenia que salir de mi duda...

Llego el sacerdote que ofrecía la misa para ti, preguntamos al profe de matemática que pasó?? y el nos dijo .. venias a clases vespertina cuando sucedió ... chocaste y quedaste con muerte cerebral y ahora tu mamá ofrecía la misa porque serás desconectado de las maquinas que te están ayudando a vivir, para donar tus órganos...

Sentí pena .. dolor en el corazón .. ayer te vi salir de la uni al mismo tiempo que yo .. tenías tu casco bajo tus brazos .. y ahora ..



yo sigo acá y tú dejaste de existir...





lunes, 10 de agosto de 2009

El amor y la locura






Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando El Aburrimiento había bostezado por tercera vez, La Locura como siempre tan loca, les propuso:¿Vamos a jugar a las escondidas?
La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad sin poder contenerse preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?
Es un juego, explicó La Locura, En que yo me tapo la caray comienzo a contar, desde uno a un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El entusiasmo bailó secundado por La Euforia. La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a La Duda, e incluso a La Apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué? si al final siempre la hallan. La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (En el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y La Cobardía prefirió no arriesgarse...
Uno, Dos, Tres...; comenzó a contar La Locura. La primera en esconderse fue La Pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para cada uno de sus amigos, que si ¿un lago cristalino?: Ideal para La Belleza. Que si ¿la hendija de un árbol?: Perfecto para La Timidez.Que si ¿el vuelo de una mariposa?: Lo mejor para La Voluptuosidad. Que si¿una ráfaga de viento?: Magnífica para La Libertad. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio,ventilado, cómodo... pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (Mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y La Pasión y El Deseo en el Centro de los Volcanes.
El Olvido... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es importante.
Cuando La Locura contaba, El Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón; contó La Locura y comenzó a buscar. La primera en salir fue La Pereza sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a La Fe discutiendo con Dios sobre Teología, y La Pasión y El Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a La Envidia y claro, así pudo deducir dónde estaba El Triunfo. El Egoísmo no tuvo ni que buscarlo; Él solitó salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza y con La Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, El Talento entre la hierba fresca, a La Angustia en una oscura cueva, a La Mentira detrás del arco iris... (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta El Olvido... que ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas, pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio.
La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto undoloroso grito se escuchó: las espinas habían herido los ojos del Amor: La Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra...
El Amor es ciego y La Locura siempre lo acompaña.

Regalos de amor





En el centro de mi ciudad habían abierto una tienda nueva. El rótulo decía:
“REGALOS DE AMOR”. Entré. Un anciano con mirada de niño atendía a los clientes.
- Qué vende? –­le pregunté
- Vendo cualquier regalo de amor­
- Son caros?
- No, los regalos de amor siempre son gratis. Miré los estantes. Estaban llenos de “ánforas de confianza”, “frascos de valor”, “jabones de consciencia”, “cajitas de energía” y muchas cosas más…
Tenía la necesidad de todo aquello. Me dirigí al anciano.
-Me das una cajita de cada cosa, por favor?
Me sorprendí al ver que, el anciano me había hecho un pequeño paquete que colocó sobre el mostrador. Cogí el paquete, lo puse en la palma de mi mano, lo miré y exclamé:
-Esto es todo? –el anciano con voz suave me explicó:
- Si es todo. La vida no da los frutos maduros, sólo las semillas que cada uno debe cultivar. Confundida le di las gracias y me despedí con una tímida sonrisa.
Aunque decepcionada, durante el trayecto a mi apartamento con aquellas semillas en las manos me sentía poderosa. Una vez en casa cerré la puerta y me eché sobre la cama. Por primera vez en mi vida prestaba atención a unas pepitas insignificantes. Mientras disfrutaba de la tranquilidad y el silencio de mi habitación, no pude evitar una sensación de esperanza.
A medida que pasaban los días mi júbilo iba decreciendo. Mis miedos a cometer errores me paralizaban. Cada vez que tenía que tomar una decisión para hacer crecer mis semillas preguntaba a los amigos. Debido al desconocimiento de los entendidos, decidí preguntarles a personas desconocidas. Nadie se ponía de acuerdo. Como resultado, al poco tiempo de visitar la tienda, dejé mi trabajo, cogí una mochila y recorrí varios países. No encontré respuestas.
Nuevamente en mi apartamento, mirando mis semillas y con más confusión en mi cabeza, lloré.
A la mañana siguiente, me desperté con la firme idea de volver a la tienda de regalos. Mientras caminaba hacia el mostrador me di cuenta que el anciano me sonreía.
-Te esperaba. Has tardado mucho en volver
- estaba convencida que al tener las semillas todo sería más fácil, pero no ha crecido nada. -le enseñé el paquete que me regaló cuatro años atrás. El anciano clavó su mirada en la mía.
-Querida muchacha, quizás hayas aprendido la lección más importante. “El miedo no deja crecer nada.” –Al escuchar sus palabras, sentí la liberación de una respuesta que yo tenía atrapada. Observé los rasgos del hombre, sus ojos tenían un halo gris que marcaban una mirada pausada.
- No hay que tener miedo de cometer errores. Los errores son una parte importante y necesaria del proceso de aprendizaje
- Dígame, cómo sabe que no se equivoca? — le pregunté
- Te lo resumo en dos palabras: buenas decisiones –contestó. No conforme con la respuesta, pregunté de nuevo
- y cómo logra tomar las decisiones correctas?
-te lo resumo en una palabra, experiencia. La conversación ,cada vez se volvía más confusa para mí. Insistí.
-cómo ha conseguido su experiencia?-Lo resumo en dos palabras: malas decisiones. –En su frente se marcaban arrugas.
-con el paso del tiempo, al cometer errores, vamos aprendiendo y creciendo, ¿te has sentido mal últimamente por algún error que hayas cometido?
- si, alguna vez
- entonces analiza qué fue lo que hiciste mal, asegúrate de no volver a hacerlo. Perdónate y sigue adelante. –Se detenía y fijaba sus ojos en los míos.
- Cuando no sientas la suficiente confianza como para arriesgarte a hacer algo, recuerda que inclusive las malas decisiones pueden ser una excelente oportunidad de evolución. La única manera de aprender a tomar buenas resoluciones, es tomando algunas malas. Así, que no lo pienses más. Atrévete a tomar malas decisiones. Hazlo con todo tu valor, a fin y al cabo te convertirán en una persona más sabia y tus semillas darán sus frutos.
Durante aquella noche y las noches siguientes consideraba las palabras del anciano.
Ahora estoy segura de que el día que entré en aquella extraña tienda de regalos de amor, se inició en mí una metamorfosis.

El rincón del escritor






Te vi. y te amé.
Sentí que tus ojos lánguidos y tristes
penetraban en mí .
Un halo de esperanza vi brillar en ellos
estrella fugaz de vida suplicante.
Juré en silencio
para siempre adorarte.

Te hablé y te amé.
Las palabras brotaron de mi alma,
aunque intentaba en vano retenerlas,
nada pude hacer para contenerlas
de mi garganta en silencio,
nacieron poemas para venerarte.

Te acaricié y te amé.
Tu piel transparente,
hizo despertar mis dedos errantes,
mis manos volaron, vivieron
aprendiéndote en silencio.
Por fin y por ti lo entendieron,
fueron creadas para acariciarte.

Te amé y te amé.
¡Ay niño, tanto te amé!
sentí clavarse tu sangre en mi sangre,
se paró el tiempo,
volví a nacer para, eternamente,
amarte.